(me apetece ponerme sentimental...)
Ya han pasado 11 años ...que dejé de subirme a la montaña y dejé de correr ladera abajo para alejar mis pies del suelo. Fué una pena dejar de hacerlo... pero con los años nos vamos creando más responsabilidades, vamos disponiendo de menos tiempo para dedicarnos al vuelo libre (aún recuerdo esos días sentado en la loma de la montaña, sin prisa, esperando la entrada del dios Eolo). Ya han pasado 11 años que me eché un ventilador a la espalda y empecé a despegar desde El llano Amarillo (una de nuestras primeras campas de despegue) ¡Cómo pasa el tiempo¡...
En todo este tiempo han pasado muchas cosas, pero la más importante ha sido el refirmarme en este vicio que es VOLAR. Cada vez estoy más satisfecho de haber optado por este deporte que ha ayudado mucho a que mi vida sea más llena y más intensa.
Con el vuelo en paramotor, conseguí conectarme a los ojos de una paloma que divisa nuestra Segovia desde el aire. Después de esto, la tercera dimensión forma parte de mi realidad (antes sólo lo sentía cuando volaba en sueños).
Hoy, con estas palabras, quiero dar las gracias a Tinín por crear “nuestro“ blogs donde poder hablar al mundo; dar las gracias a Gustavo por venir a buscarme al taller y preguntarme qué había que hacer para volar con esos “cacharros“ (ya no volví a volar solo) dar las gracias a Mateo por su interés e ímpetu (nexo de unión); gracias a mi mujer Ana, por, no sólo respetar mi afición, sino por animarme a seguir volando (te quiero y te dedico cada vuelo...) y, por supuesto, a mi hija Lola (va para 4 años) por querer comprarse un parapente rosa.
Miliki, tú fuiste mi mecenas .
Hermes (H&E), tus motores nos dan confianza.
Larga vida al CLUB PARAMOTOR SEGOVIA.
José Luis Martín Mayoral
(Mayo)
Ya han pasado 11 años ...que dejé de subirme a la montaña y dejé de correr ladera abajo para alejar mis pies del suelo. Fué una pena dejar de hacerlo... pero con los años nos vamos creando más responsabilidades, vamos disponiendo de menos tiempo para dedicarnos al vuelo libre (aún recuerdo esos días sentado en la loma de la montaña, sin prisa, esperando la entrada del dios Eolo). Ya han pasado 11 años que me eché un ventilador a la espalda y empecé a despegar desde El llano Amarillo (una de nuestras primeras campas de despegue) ¡Cómo pasa el tiempo¡...
En todo este tiempo han pasado muchas cosas, pero la más importante ha sido el refirmarme en este vicio que es VOLAR. Cada vez estoy más satisfecho de haber optado por este deporte que ha ayudado mucho a que mi vida sea más llena y más intensa.
Con el vuelo en paramotor, conseguí conectarme a los ojos de una paloma que divisa nuestra Segovia desde el aire. Después de esto, la tercera dimensión forma parte de mi realidad (antes sólo lo sentía cuando volaba en sueños).
Hoy, con estas palabras, quiero dar las gracias a Tinín por crear “nuestro“ blogs donde poder hablar al mundo; dar las gracias a Gustavo por venir a buscarme al taller y preguntarme qué había que hacer para volar con esos “cacharros“ (ya no volví a volar solo) dar las gracias a Mateo por su interés e ímpetu (nexo de unión); gracias a mi mujer Ana, por, no sólo respetar mi afición, sino por animarme a seguir volando (te quiero y te dedico cada vuelo...) y, por supuesto, a mi hija Lola (va para 4 años) por querer comprarse un parapente rosa.
Miliki, tú fuiste mi mecenas .
Hermes (H&E), tus motores nos dan confianza.
Larga vida al CLUB PARAMOTOR SEGOVIA.
José Luis Martín Mayoral
(Mayo)
Hay que ver Mayo que cosas más bonitas dices cuando te pones sentimental. Gracias por una entrada tan chula.
ResponderEliminarun abrazo.